Esta sección le ayudará a sopesar si debería constituir la VOPE de forma oficial o si debería seguir manteniéndola en funcionamiento como una red no oficial.
De acuerdo con Kriel (2006), la mayoría de las VOPE empiezan como redes no oficiales (informales) y solo se embarcan en el proceso de dotación de carácter oficial cuando se convierte en algo necesario. Al apresurarse a una dotación de carácter oficial prematura se puede provocar que los recursos valiosos de la VOPE sean capturados en sistemas y procesos burocráticos y por lo tanto descuidando las funciones y servicios básicos de trabajo en red de la VOPE. Algunos de los argumentos a favor y en contra de la determinación del carácter oficial de una VOPE se detallan a continuación:
Los pros y contras de una organización con estructura no oficial o informal son:
Pros |
Contras |
Apoya la independencia y autonomía de sus socios. |
Limitación de la responsabilidad y (por lo tanto) de la participación de los socios ya que toda la participación es voluntaria. |
Es costo-eficaz y no requiere una financiación considerable. |
No permite procedimientos financieros oficiales y administración (por ejemplo, no permite pagar cuotas por pertenecer a la organización y obstruye la movilización de recursos y la obtención de fondos. |
Acelera los procesos de tomas de decisiones. |
Depende fuertemente de la personalidad del coordinador en las decisiones estratégicas. |
Es flexible. |
Es frágil (por ejemplo, no permite un anclaje firme de la organización en la sociedad civil). |
Elude asuntos de control por socios y simpatizantes externos. |
Obstaculiza la extensión y el establecimiento de asociaciones seguras. |
Simplifica el modo de funcionamiento al permitir sistemas descentralizados y tareas de secretaría basada en la iniciativa de los socios. |
No puede imputar la responsabilidad a una estructura de gestión y administración. |
Antes de la determinación de su carácter oficial, quizá sería conveniente que su VOPE mantuviera un historial y una base de apoyo organizando uno o dos eventos, como un congreso de evaluación o una sesión de formación, en colaboración con otra organización que ya esté establecida. Una sede institucional para los inicios de una red no oficial de evaluadores y de usuarios de evaluación podría ser una universidad, una organización internacional, una dependencia gubernamental o un ministerio; o, en algunos casos, incluso una consultora pública y transparente. Bastantes VOPE en África evolucionaron como consecuencia de las conferencias que organizó la Asociación Africana de Evaluación (African Evaluation Association) en colaboración con grupos locales de personas involucradas en la evaluación. SAMEA es una de estas organizaciones que se desarrolló después de la conferencia AfrEA 2004 que se celebró en Ciudad del Cabo con el apoyo de un organismo de vigilancia gubernamental independiente.
Aunque una organización sede sería una buena sede institucional para una red de evaluadores no oficial y para usuarios de evaluación, algunos asuntos como la independencia, la representatividad y la transparencia quizá justifiquen la decisión de incluirse como una entidad legal separada.
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